perdón por irme temprano de la fiesta
sé que te hubiera gustado que me quede
(te prometo que a mi también)
solamente no soporto ver
cómo todos se mueven en el espacio
mientras yo me quedo quieta con el vaso
como si mi vida dependiera de eso
perdón por irme temprano de la fiesta
me satura el lenguaje entrelazado,
las oraciones una arriba de la otra
como si estuvieran peleando
las mellizas hablando de la facu,
del vino blanco y de la muerte
como si fueran la misma cosa
(capaz lo sean)
perdón por irme temprano de la fiesta
pero ninguna silla
me parecía cómoda
todos estaban bailando
y a mí me dolían los pies
de estar quieta tanto tiempo
no me iba a quedar a ver
el mismo espectáculo de vuelta:
todos son dioses
excepto yo.
En reestructuración.
Qué buen poema.
La de veces que me he ido temprano de la fiesta… salud!