TRES POEMAS: teoría de un palimpsesto digital.
CORRESPONDENCIAS: ODA A XU LIZHI
Mi abuelo dijo que
le recuerdo a mamá
cuando ella tenía mi edad.
Después de escucharlo pensé
que podía ser parcialmente cierto.
Mamá y yo compartimos
rasgos aindiados en los ojos
pecas alrededor de una nariz angosta
y la misma impaciencia.
Como si fuésemos moldeados
en arcilla por las mismas manos.
A ella le decían «la garza»
por sus piernas finas y largas.
A mi «el tero»
por mis piernas finas y largas.
Solía conservar sus palabras,
Yo, en cambio, las escribo.
Disfrutaba bailar cumbia santafesina.
A mí, el rock-pop de los ochenta.
El verano de mil novecientos noventa
y nueve, mamá fue diagnosticada
de una enfermedad terminal.
A los meses falleció con veintisiete años.
Este año, yo cumplí veintisiete.
…
UNA EMPRESA SIN GÉNERO: EL MÉTODO DE DANIEL DURAND
Hasta los trece
no conocí el mar.
Creía que el estuario
era un brazo con reuma,
en un cuerpo enfermo.
Mi abuelo me hablaba
de cómo eran las cosas antes.
Había playa. Se podía pescar,
por ejemplo, los domingos
arengando las cañas y el plomo
en un kayak prestado llevando el
cebo en un tacho de plástico.
Los días no olían a ácido arsénico.
El lenguado buzeaba la ría.
La brótola, al fondo.
Y la corvina, a la rastra.
Este poema es una forma
de pensar en mi abuelo y
pedir que dejen de llamar
progreso al extractivismo.
Que alguien escriba sobre las válvulas
abiertas en la madrugada.
El veneno que viaja hacia los
pulmones desde las torres
del polo.
Que el agua deje de ser
la paridad del capital.
THE LAST OF US
El domingo
tratando de armar
un texto que no terminé
volví a leer
la última línea
y me gustó,
no la línea,
sino la idea.
El texto hablaba
de una planta de menta
que en la cocina
yo regaba con cuidado
cada tarde
antes de preparar el mate
pero que poco a poco
se fue secando
con las hojas dobladas
y la tierra estéril
y yo, sin darme cuenta
dejé de regarla un día
y otro
hasta que no quedó nada
tallitos ralos, macilentos,
en la mesa de la cocina.
Bueno, se entiende:
ya no está.
Cerré la netbook
apague la luz del living
me acosté en la cama
y mire The Last of Us.
Mañana es lunes,
tengo que trabajar
cuando la ciudad
todavía se está
despertando
y el aire tiene
ese frío exacto
que nos recuerda
que todo sigue
aunque uno no sepa cómo.
@lucasnicolasqu
