dirigir

verbo transitivo

1. Hacer que una cosa en movimiento avance hacia una dirección determinada sin desviarse.

no concuerdo, el desvío es la única forma de verdad, no hay posibilidades en la linealidad, en el límite, en la rectitud. sin desvío no hay fracaso y sin fracaso no hay arte que se sostenga. y que difícil para mí que cosntrui paredes a mí alrededor para mantenerme lejos de la caída, hoy de a poco las desarmo, me hago espacio en la posibilidad, me doy lugar a habitar el arte después de haberme encerrado tanto.

en la incomodidad aparece la búsqueda.

si puedo encapsular un momento preciso de la dirección sería el momento exacto en que aparece eso a lo que yo le llamo nube, pero puede ser una luz, el alma, un noseque, una magia, que se forma entre los cuerpos que compartimos el espacio actuación-dirección y se extiende por el espacio, y es en ese momento en que aparece el arte, el sonido, el encuadre, la claqueta y toda la mentira del cine.

encontrar verdad entre tanta mentira es virtud, que no se escape. sostener sostener sostener, respirar hondo, confiar, exhalar.

no encuentro motivos tangibles de por qué hoy, por qué yo y por qué aquí. pero el misterio, esa nube que se figura en el espacio, ese aire que se sostiene en las mejillas, la sutileza de una pestaña caída, me ata a este hoy, a esta que soy yo a habitar el lugar que habito y elijo (o me elige). el cine me permite amarme, descubrirme, conocerme, aceptarme y también cuestionarme, encontrarme con la imposibilidad, con la desconfinza, con la angustia y la frustración y ser capaz de observarlas, sin agarrarlas, sin definirme en ellas, entendiendolas como un camino a transitar, como un pasaje a otra yo que solo es posible a partir de esta.

confía luchi, me digo, antes de entrar al set. a veces me cuesta más, otras veces lo consigo.

no es lineal, en el desvío me encuentro.