Quisiera mentir y decir que el día en que me dijiste que te ibas a suicidar me invadió angustia y tristeza, pero eso no es verdad
La mañana en que me anunciaste tu pronta muerte, todo lo que me inundó fue un profundo sentimiento de alivio
No recuerdo un día desde los 12 años en que hemos sido amigas, en que no sufrieras
Me duele verte luchando contra el sistema hospitalario, me duele verte incosciente, preguntándome, ¿realmente lo vale?
Por eso, el día en que me dijiste que te querías matar solamente pensé, «que bueno, por fin lo va a lograr»
[respirar no siempre es vida]
Cuando no puedo decirlo, escribo.