Son las diez y media de la noche,
y la Lola Mora ilumina la Avenida Alem,
la misma en la que nos conocimos
y por la que ahora me cruzás con alguien más
Hace sólo un mes que me dejaste,
aunque la sonrisa en mi cara
parece no enterarse
Siento tus pisadas detrás de mi rastro,
te veo a la distancia,
me rió y pienso como jamás volveré a ser tan feliz
como cuando estaba con vos,
y como jamás volveré a estar tan herida
como cuando decidiste irte sin avisarme
Ahora te sentas en el rincón
de Uruguay y Alem,
sabiendo que me tuviste
y que la única razón de que no haya funcionado
fuiste vos
Ahora te sentás, en Alem y Uruguay,
esperando la 502,
sabiendo que cualquier persona sería más merecedora de mi
de lo que alguna vez pudiste serlo
Te molesta saber que ahora soy feliz,
que aún hablo con tus amigos,
que entre charla y charla me suspiran
que nunca volviste a ser el mismo
desde que me dejaste
Hoy te crucé
a diez cuadras de nuestro lugar,
con tu mirada triste y perdida
y la sonrisa espontánea que te cruzó cuando me viste,
y el dolor que atravesó tus ojos
cuando te diste cuenta de que hay alguien más;
Que aunque me rompieran en mil pedazos
como lo hiciste aquella vez
preferiría morirme,
a volver con vos
Cuando no puedo decirlo, escribo.