Búsquedas exhaustivas de motivos por los que condenar… Condenarte.

El reflejo aparece con disgusto, lo analizas detenidamente buscando errores… este pequeño error por aquí, este otro por allá… Cuentas errores sin parar.

Te acercas un poco más para así apreciar… La repulsión que provocas. 

Hacerte mierda al verte al espejo, escupirle al espejo, maltratar al espejo, llorarle al espejo… La rutina de cada día. La perfecta rutina.

Rechazas el asco y a la vez lo abrazas, odias sentirte así, pero ¿qué harías sin ese sabor amargo en tu boca? 

-Lucila Rebolledo.