Hace un par de semanas que me encuentro con una chica. No, una chica no, una mujer. Antes me parecía simpática. La ubico de vista, siempre me la crucé por ahí y hemos conversado pero no la conozco bien. Bah, me parece que no la conozco para nada. 

El tema es que ahora la veo todos los días, a todas horas. Me levanto y está ahí. Desayuno y noto el peso de su mirada sobre mi. Mientras me baño, oigo el murmullo de sus ruidosos pensamientos. Paseo por la ciudad y la siento respirándome sobre la nuca. Vuelvo a casa y me sigue como una sombra. 

En cada lugar, en cada rincón está esa mujer (que no es esa mujer)

Ya es insoportable, hasta doloroso. 

No entiendo por qué me obligan a estar tanto tiempo conmigo misma.