Poemas para no morir
Que la boca
se les haga a un lado
Que se les caigan los dientes
de arriba y de abajo
Que tiemblen de miedo
y no puedan cruzar la vereda
Que contemplen el dolor
no aparten la vista
Que les chorree la grasa
la tierra polvorienta en el pelo
Que se les embarre el alma
y bailen con los mosquitos
Que no tengan a quien llamar
cuando las ganas de llorar
Que se les caigan las uñas
revolviendo, metiendo las manos
Que le pidan a Dios misericordia
Aunque no sepan de qué se trata
El mal no
se le desea
A nadie
Dios todo poderoso
Creador del cielo y de la tierra
Hundidos en toda esta mierda
no se van a salvar de la belleza
Un poema para los hijos de puta
***
Amar en estos tiempos
es más difícil que
vivir en la periferia del mundo
Hay una imagen que enarbola
majestuosa, impoluta
y luego la persona, escondida
en algún lugar de la escena muda
Una maquinita que carcome
las almas y los gestos
los datos y los metadatos
la distorsión de la mirada
el sesgo del cuerpo
Necesito subtitular la vida
transcribir que pasa
en el corazón
en los ojos y
en la punta de los dedos
Sostener la mirada
un acto de valentía
mirar tu boca, un abismo
el fulgor de sonrojarse
sonreír por la fuerza
la gravedad
Derribar los mitos
cuando conozco
tu verdadera altura
el sonido gutural de tu risa
Amar en estos tiempos
es más difícil que
vivir en la periferia del mundo
***
En mí sueño
los perritos de la calle
forman parte del ejército
fuerzas armadas caninas
las sandías
vienen de la forma que quieras
y lo dulce llega hasta los márgenes
las puertas se pueden abrir
para adentro o para afuera
llueve todos los días
para ver los arcoíris
y las abejas son intocables
el río tiene un nombre sagrado
que solo puede decirse en una ceremonia
nos vestimos como queremos
y el pelo se estila largo
los deportes
en verdad son por diversión
y las reglas se acuerdan en cada juego
lo único que
no se puede
en mí sueño
es
amarte.
***
Una corriente de agua
me ahoga las penas
casi muero en el intento
de adorarte
Escupí un dorado
que me habló de vos
no quiero dejar el alma
en el piso
Me junte en la orilla
los pedazos que te había dado
esa mañana
El sol me parte la frente
la sed me retiene
las pupilas dilatadas
Toda mí sangre
te llevaste
todo el brillo del techo
y a tierra
Los dedos que tocaron
la piel que te hizo
y la mirada del deseo
todo cabe en una piedra
Una corriente de agua
me ahoga las penas
casi muero en el intento
de adorarte.


«Que la boca
se les haga a un lado» conozco a una santiagueña que usa siempre esa expresión.
hermoso poema!
gracias por leer!