No dejo de pensar en el pasado

en la soga invisible que nos une

la siento en mi cuello, la puedo tocar

está ahorcándome

muriéndome de a poco

por más que lo intente, no puedo quitarla.

Intento localizar el nudo de su existencia

pero no lo encuentro

mis manos actúan de forma torpe

están frágiles y frías

aún más que mi corazón moribundo

aún más que mi alma atormentada.

Pienso en mi dolor, aún más infinito que el cosmos

muriéndome en silencio

como la soga en mi cuello

inundando mi cuerpo de agonía

quitándome el aire

y borrándome mi esencia.

¿Quién soy?

o más bien: ¿Qué soy?

¿Sólo un tumulto de desgracias?

pienso en ello todo el tiempo

desearía que mi mente se callara

aún muriendo sigue atormentándome

y la soga sigue intacta, impregnada en mi garganta como un tatuaje

quitándome la voz y mintiéndome sobre el amor

me digo a mí misma que no me importa

porque el romance vive en mi corazón

invadiéndolo de ternura

proyectando en una pantalla imaginaria los ojos de mi amado

para que nunca los olvide

pero estoy olvidándome de algo: mi corazón está muriendo

y la soga que adorna mi cuello no puede desatarse.

Pienso en mi pasado

en las voces que me callaron

en las personas que me abandonaron

en la soga invisible

en que siempre estoy sola

muriendo.