No existe noche en la que no muera

los deseos son tan efímeros como el sol

hay algo en mí que se está deteriorando

escucho voces que me susurran que mi cuerpo está consumido por una tristeza inexorable

aún más inmensa que la noche

muriéndose conmigo.

Me aferro a tus manos como si fueran oxígeno

te miro tantas veces

te pregunto si de verdad me amas

debés estar tan cansado

de mí

de mi soledad

de todas las cosas que prefiero callar

y sin embargo acá estás

sosteniendo mi frío cadáver

besando mis labios morados

dedicándole palabras de amor a un ser que ya no está

tengo tanto miedo

de mí

de mi sufrimiento

de las voces que no cesan

de mi corazón que late con tanta fuerza

aún en esta noche tan muerta

como mi existencia.