redención de Medusa (yo) 

siempre sentí que fue tu (mi) culpa, que lo habías pedido.

que él (monstruo) no había hecho nada malo.

¿como podría? si es un dios (hombre).

desde el primer momento se te castigó, las creencias del templo de una diosa, a quien juraste lealtad y servicio por el resto de tu vida te dió la espalda, el lugar donde pensaste que estabas segura te quitó lo más preciado que tenias: tu fé. 

tu reputación se arruinó, inundada de desgracia y malicia.

porque era tu culpa.

todos los dedos acusadores te apuntaron, incluso los de aquella diosa poderosa a la que tanto admirabas 

pero él, él no podría haber hecho esto por cuenta propia, claramente lo habías provocado.

él no era (es) un monstruo, solo era el dios de los mares (hombre), amado por muchos, temido por otros, pero sobre todo respetado.

y ese respeto no se iba a perder por un desliz, después de todo él es admirado por centenares, miles de personas que creen en él ¿y a vos? ¿quién te admira? nadie después de esto que hiciste.

fue tu culpa (mía).

podrías haberte defendido, podrías haber gritado, podrías haber hecho algo.

pero no lo hiciste. 

eso te hizo culpable.

manchaste las baldosas del templo que te acogió por tanto tiempo, destrozaste la confianza de aquella diosa, y eso es imperdonable.

Atenea fue tu (mi) soporte por muchos años de tu vida, pensaste que tenía razón, que claramente todo era producto de tu falta de inocencia, que él no había podido hacerlo si vos no hubieras estado en ese lugar, en ese momento, sabiendo que él siendo un dios (hombre) no podría resistirse. está en su instinto ¿no es cierto? en los deseos más primales. 

pensaste todo eso mientras estabas recluida, el mundo te odiaba (odia), no respetaste el templo sagrado.

lo manchaste con tu impureza (mujer).

eso no se olvidará.

la diosa no olvida y no te va a perdonar lo que hiciste.

como castigo te convierte en un ser monstruoso, al que todo hombre que se acerca se convierte en piedra, deja de ser humano para pasar a ser algo inerte.

como te sucedió a vos, dejaste de ser vista como una humana, estabas rota.

pero eso es diferente, ¿no? porque eso fue tu culpa.

incomprendida, odiada, un ser venenoso, completamente peligroso 

pero… 

¿y él? 

¿nadie dice nada de él? 

claro que no, porque la vida es así, la sociedad ha sido así desde el principio.

desde los tiempos donde existía un Olimpo, donde los humanos eramos una creación reciente por las manos de Prometeo.

desde el inicio de la maldad como tal, siempre el culpable ha sido la víctima. 

Medusa (yo) lo creyó por muchos años, reducida a un cuerpo aterrador, con el que no había nacido, sucia por mas que intentara quitar las manchas de su cuerpo percudido.

le arrebataron todo: incluso la vida a manos de un guerrero llamado Perseo (otro hombre).

las víctimas no tienen (tenemos) voz, no se cuenta su historia, porque a nadie le importa.  

la de Medusa (mía) forma parte de mi memoria, la de muchas que han sufrido la misma historia, que han vivido el mismo final; recluidas a la oscuridad, al frío húmedo y desolador que es la culpa. 

mientras aquellos dioses siguen haciendo sus vidas como si no hubiera sucedido nada.

la vida de Medusa (mi vida) se destruyó en un segundo.

solo un segundo hizo falta para que todo cambiara.

¿fue tu culpa? por supuesto que no 

y ahora te (me) entiendo.

no fue tu culpa Medusa (Marian), lo guardaste mucho tiempo porque cuando pudiste hablar se te condenó.

entonces fue mejor callarse, ¿no? 

no, nunca es mejor callarse. 

solo espero que donde sea que estés, puedas perdonar(te), que tu corazón sane porque no hiciste nada malo. 

Medusa (pequeña Marian) perdón.