“Le entregaremos el lavarropas entre las 9 y las 18”
que es como decir
tal vez algún día llegará eso que usted espera,
no lo sabemos,
cancele todo, siéntese, exista en el limbo
de las esperas sin comienzo ni fin que consumen
los pensamientos y, sobre todo, la paciencia,
porque decir “entre las 9 y las 18” es como decir
entre la creación del universo y el apocalipsis,
entre el parcial rendido y el mail con la nota,
entre la cucaracha que entra y no se sabe cuándo saldrá,
es el tiempo suficiente para imaginar lo peor,
convencerse de que no
y luego de que sí,
y no saber
y querer morir, y matar, sobre todo matar,
porque el reloj recién marca las 09:14
y hay un lavarropas en camino con
una gestación de nueve meses que son horas
y en cualquier momento se puede adelantar
o cumplir, obediente, con su ciclo
y aparecer 18:03.
Lic. en Letras, Mg. en Literatura y Libros Infantiles y Juveniles, docente, escritora, investigadora y especialista en LIJ.