Lectoescritura; vana palabra.

Cuando leo, me escribo,

se me escriben las venas como río de tinta

y mis piernas toman forma de L.

Mis penas se narran en enciclopedias

y un cuadro de mí cara sería menos descriptivo que un poemario.

Quien lee no hace; lo hacen,

lo arman, ladrillo a ladrillo, cemento de por medio,

y en el pecho, en vez de tórax, una puerta cancel.

¡increíblemente digno de literato el ser edificado!

¿Qué es Ulises sino un rascacielos inalcanzable?

¿Que es mí ser sino una buhardilla que da a la tabaquería?

Por eso dejo que me armen sin miedo, sin prisa,

Por eso crezco en altura cuando veo el número de página,

porque me construyen, incesantemente,

nuevos cuartos con camas, baños, espejos

y me pueblan nuevas vidas que no son la mía

-si es que hay algo que sea mío y no algo ya hecho-