«Y necesito que me digan que me quieren como hombre». Son las últimas palabras de mi carta secreta, debajo de todos los papeles, para que si alguna vez pasa, cuando limpien mis cosas tendrán explicaciones de lo que estaba pasando.
Porque desde tus ojos soy un bicho, miedo florecer y de a tu capullo no entrar más, pero lo tengo que hacer, tengo que volar más allá, y curarme.
Porque si no lo hago yo, no lo hará nadie, es la frase que tuve que aprender de mis años de viaje, qué equipaje tan pesado que tengo, me arde la espalda de tanto peso, tendría que dejarlo en el suelo y caminar sin ello, porque sólo son mis traumas esperando ser llevados como maletas a un hotel, y que al entrar en él desaparezcan sin saber por qué, pero es una mochila que no entiende de procesos, sólo entiende de buscar amor en los rincones de una persona destruida como yo.
Sólo entiendo amor de primavera cuando me hablan del enamoramiento, y si mis amores fallidos son mis amores en otras vidas, espero que sea feliz porque significa que hubo un mundo junto a tu presencia.
Ahora solo busco en rincones que nadie encuentra, me siento mal por las personas llevadas en mi cuesta arriba, ellos dicen que está bien que me desahogue con ellos, pero, por qué me escuchás si mis problemas son molestos.
Eso sentí gran parte de mi vida, por eso me encuentro acá, escribiendo para vivir, espero que en algún momento me sienta cómodo en el mundo que todos comparten, porque yo me siento ajeno, como si no estuviese sobre él.
No escribo por escribir.