Mis famosas tristezas en tiempo de bellezas, bellezas que me trae el mundo para que me dé cuenta de que tengo que seguir acá, me siento acompañado y estoy mentalizado en salir de éste laberinto sin sentido al que no encuentro un camino hacia la salida, sólo espejos en las paredes para confundirme más de lo que debería, siento que cuando camino entre ellos nada bueno aparece en el reflejo de mis pensamientos, miro cada pisada que tengo, estudio los movimientos de mi cadera, examino mis ojeras de tristeza y camino con temblequeo en las piernas, temblequeo del miedo que me da escapar de este calvario, de este laberinto sin escapatoria en el que me he puesto yo mismo desde el principio de esta historia.
Me siento acompañado por mis fantasmas del pasado, de mi tormento diario, luces intento hallar en este lugar con oscuridad. La luna llena me llena de agonía, cómo puede reflejar tan linda luz que me encandila, me deja anonadado de los regalos de la vida, pero me hace sentir mucho más de lo que debería, mueve mi agua de dentro, cada vez más cerca la siento, me aproximo a mis sentimientos a la par que ella a nuestro planeta, siento que va a chocar al mismo tiempo de lo que choca mi cabeza contra el cimiento de un castillo de tristezas que aguantan el viento fuerte que va corriendo.
Corriendo de mi escapatoria, eso es lo que hago hace ya tiempo, tiene historia, imagina que mis cualidades son estar triste y persona que vive encerrado en la ansiedad de cada día. Escapo de mis soluciones, sólo me enredo entre ilusiones, ilusiones propias porque meticulosas son mis emociones a la hora de sentir algo por un ente que se me impone.
¿Que se me impone?
O lo que busco tener dentro mis emociones, busco sentir el amor de millones, y sólo logro sentir el de unos miles, no sacia mi sed el amor propio, hay partes de la espalda que uno no puede rascar solo, como hay lugares del alma en los que se parten y solo otra alma puede curar el alma.
¿Tengo alma? o ¿no tengo nada?
Tengo problemas en esta respuesta, a la vez creo y a la vez descreo, ¿por qué debería tener algo que hace desde miles de siglos se han hablado?
¿Por qué vivir dominado? y no condicionarse con lo dado, la historia ya ha dominado, nadie cuestiona el mal evidente, sólo personas que tienen un crecimiento personal notorio; los del otro lado, que me asombro, son sólo unos pocos los que me comprenden de sobra que cada día no estoy sobrio, estoy tomando droga.
Esta droga que me condiciona, la puta madre, ¿no me cuestiono nada de la vida o de mi propia persona?
Alguna gente le tiene fobia a la muerte, otros a la suerte, otros a las arañas y otros las carencias ocurridos en la etapa fálica de la vida. Yo le tengo fobia al desamor, al no ser lo suficientemente capaz de cuestionarme, del reloj y su rostro de muerte y la muerte y su rostro de reloj, reloj de los que usas en las manos, los que hacen ruido cada vez que la hora ha llegado, de esos que marcan los pasos que has dado, y los segundos que te quedaste contando. Le tengo fobia porque se me pasa tan rápido, y como es claro de que nunca nos bañamos en el mismo río, nunca un segundo será el mismo. ¿Y si yo los gasto sin sentido y al poco tiempo caeré en el abismo?.