Cómo te explico lo doloroso que es no ser elegido por la persona que vos sí elegiste, me duele tanto verte reírte con gente que me dijiste que no quisiste, dolido me acurruco en mi soledad provocada por vos, pero cada vez que un mensaje tuyo llega a mis notificaciones, me olvido de todo mal que me hiciste y caigo para tener relaciones, doloroso es que me tengas para tu goce y no para tu supervivencia, doloroso pensar en vos y tenerte más en mente que en presencia, doloroso es no tener tu correspondencia, doloroso saber que queda poco para que termine esta linda coincidencia.

No tengo mejores palabras para describir la locura que me hacés sentir, gozo y disfrute siento cuando hablo con vos, no entiendo por qué no ves lo que yo veo cuando estamos unidos nosotros dos, entiendo que tu visión se nuble por tanta nube de tormenta, pero que tu mano no me suelte por favor, dejame estar con tu presencia, con tu compañía y con tus palabras cariñosas que tanto me motivan.

No quiero pedirte que no te vayas porque no quiero además de perderte, perderme; viste mi corazón abierto y te lloré en momentos donde sentí que por hacerlo dejarías de quererme, luché con mis adentros para dejarme ver por completo por tus lindos ojos que encuentro tiernos, pero por lo visto leí el futuro y lo que tuve en mente es lo que ha ocurrido, me dejas con mis lágrimas debajo de la lluvia que tanto las camuflaba, y volví a mi casa, estando solo sin atención y sintiendo tu seriedad como un no te quiero más grande que la cantidad de cafeína que tomo en cada taza.

Ansiedad y miedos lo llaman, inseguridades y paranoia es lo que me atacan, no sé cómo demostrarte lo lindo que la pasamos juntos, si vos no lo registrás es problema tuyo, y mío, porque significaría perder la conexión que alguna vez tuvimos, horroroso el sentimiento de que nuestra relación pende de tu hilo y no del mío, o del mutuo, como debería de haber sido siempre.

Cada día sueño con tu vivencia, con tu presencia que tanto me cuesta obtener, espero que en tus ojos hayan huellas de reciprocidad, porque sino me arrancaría los míos para entregartelos en bandeja y que los uses como anillos, convertirme en accesorio para tu conveniencia, y serán anillos que nunca dejarán de observar tu belleza.

Lloro y lloro, pierdo lágrimas, unas cientas, se me inunda el hogar, mis muebles de madera se agrietan, las ventanas no abren pero la puerta quedó abierta, por si querés venir a salvarme, o sólo para observarme morir ahogado en esta impotencia, impotencia de no ser suficiente para que quieras momentos conmigo y sientas que me quieras como amigo.

Me confundí cuando no había nada que buscar, me hiciste sentir que era alguien importante de verdad, pero después desaparecés y volvés cuando querés hablar, o eso me decís pero no lo demostrás, sólo me alejas más y más, que es lo que me dijiste un día que no harás. Poneme las cartas sobre la mesa, decime qué querés de mi presencia, decime qué buscás y te diré si te puedo dar correspondencia, con el sentimiento que tengo en este momento, aceptaría cualquier cosa para tenerte cerca, pero sé que en el momento me mantendré sereno, y elegiré a mi conveniencia.

Ahora sólo me desespero, porque en estos momentos estaríamos juntos, pero me cambiás por lo que para mí es desconocido, no sé qué hacés mientras no me pensás, sólo espero que estés bien, y algún día, poder volver a hablar.