Soledad inmensa y angustia oscura 

Pobreza absoluta de amor ajeno

Corazón golpeado por tanto desprecio propio

Es una calamidad lo que estoy viviendo.

Una tormenta de ideas llega a mi cabeza

Ideas para terminar tumbándome sobre mi cama de nuevo

Debo estudiar, debo trabajar, debo, debo…

Pero de nuevo me encuentro con mi cabeza en el suelo

Acostado con mis ojos lagrimosos y rojos emanando llanto

Debo, debo…

Debo seguir en mi angustia eterna

Y encerrarme de los que me quieren

Sus manos frías no deben tocar mi cuerpo caliente

O sus manos calientes no deben tocar mi cuerpo frío 

Depende como lo mires es uno o el otro 

Yo me siento neutro a lo que los demás sienten 

Es como si emociones propias no tuviese

Es como si reflejara en mí lo que otros sienten

Si me quieren, los quiero, es imposible para mí no dar devolución del amor dado

Porque si me ayudan, los ayudo, no puedo parar de ayudarlos

Pero, ¿cuándo me concentro en mí y en mi angustia?

Dónde hay alguien que tenga las soluciones de mi vida 

Para copiarle sus razones de vivir y de existencia

Para reclamarle que por qué yo no nací así, y nací sólo con la ignorancia de encerrarme en esta histeria.

Debo seguir escribiendo, o eso creo.