Donde sufrir no es suficiente, toca también perecer en el tiempo hasta la muerte, haciendo cosas que te llenan pero no son suficientes, sentimiento puro amor vacio y nulo de gestos gratos que tanto mansan mi corazón.

Producto de mi imaginación fue el creer que me querías para una relación, cuando sé que lo único serio fue mi atención honesta, me siento traicionado a diestra y siniestra.

Tu placer, que tanto me has dado, me ha hecho depender de tus actos malvados, porque no fueron únicos los malos tratos que hemos hablado, hay mayores de los que dices que has recordado, pero yo me los guardo, en algún momento serán recordados.

Me estás buscando, pero ya me escapé de las cadenas que tuve que romper para deshacer este lazo de tanto amor que creí tener.

Pero me cuesta, porque siempre caigo en tu falaz promesa, en la de ser felices, de que nada cuesta, pero si no soy feliz conmigo, no lo seré aunque me acompañes; qué pereza, la de tener a alguien que resta más de lo que suma y que además suma más problemas de lo que resta.

Por esto y más, te arranco de mis entrañas.