Tan sol detrás de un trigal

Mientras miro tus palabras volar

desde tu boca a mis oídos

busco los archivos que perdí

entre carpetas quemadas

espero que no veas la sangre

de los lobos aparecidos, ahora muertos

es que sos tan sol detrás de un trigal

como yo antes de la guerra

me contás que caíste de una nube

y que analizarte no te hace mal

-tampoco le hace mal el calor al maíz

y aun así cómo cambia-

te abriré las puertas, cuando pueda

espero que sea antes de lo previsto, que es nunca

y te invitaré a guardar tu pasado

en el mismo armario donde guardo el mío

luego caminaremos

dejando atrás ese armario

en el pasado, con sus padres

Matías Mugione

(Imagen generada con IA)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio