versos de mayo

1.
la foto no sale movida
en ese cuento en el que,
donde debía estar una
cosa, sale otra cosa.
nomás un desplazamiento:
azúcar en el libro de proust,
números o clavos en la
taza. como un chiste de
payaso: olés la flor de
plástico y te sale un chorro
de agua. así cualquiera
-con perdón- se hace el
gracioso. hay, sin embargo,
otros mundos que están en
éste y un clavo te agujerea
los ojos, y puede que sea o
no sea un clavo, la sangre
no te deja ver bien. cualquier
foto, por más enfocada
que estea, ha estado
un poco siempre movida


2.
¿tu conciencia llega hasta
tu dedo índice? ¿tu dedo
llega hasta el gatillo de un
arma o no llega? ¿dice tu
conciencia que no hay que
matar a nadie? ¿dice eso?
¿tu conciencia carece de
razones o acaso tu mano
tiene cinco dedos cortos?


3.
cocinar o mirar un árbol
o emborracharse o nada
más caminar por ahí y
respirar son sin duda de
las más buenas cosas que
se pueden hacer sólo y
a conciencia siempre
aunque pocos son los
tontos que inscriben esas
cosas en la larga lista de
cosas que han de hacer


4.
la tos siempre ha estado
de moda es aire que se
suelta de golpe que se
sale como una palabra
desesperada sin forma
invisible rápida como
un fantasma del habla
la tos contagia el miedo
al silencio: no me eches
a mí tus aires no me
vengas con cantos líricos
de verdi no me muestres
tus camelias rojas puta
tuberculosa no te hagas
el poeta tísico no quiero
microgotas de nada no
me dejes otra vez sin aire


5.
señalar con el índice
azarosamente al vacío
no es apuntar a la nada,
es señalar lo invisible. lo
invisible tiene un cuerpo
gruesísimo y extenso, es
fácil de apuntar. pero no
es fácil que responda algo
que se entienda, no es fácil
que el vacío conteste a la
pregunta de un dedo que
se hunde a cada rato en el
cuerpo claro de la nada


6.
como casi todas las piezas
son de aluminio o tienen
aluminio y el aluminio
es opaco, al final el ruido
de la cuchara contra la tapa
de la olla se cae, algo
del entusiasmo se apaga:
suena panc, pero con la ce
apagada. una ce sin brillo
sin filo, sin acero, sin futuro,
la ce final del panc envuelta
en un un aire pobre, un suspiro
mortal que la corta y la deja
roma, la vuelve al metal innoble
ahoga lo que viniera o viniese


7.
como se enciende y se apaga
la primera luciérnaga contás
con los dedos hasta que llega
otro brillo las sílabas de un
poema de noche alumbran el
ritmo muchas luciérnagas ya
no se puede contar no queda
tiempo sin luz son demasiados
versos


8.
de aquello que se retira
como el agua de mar después
o antes de la ola, que se
retira pero no tanto. quedan
breves aguas lúcidas, brillos
de espuma. casi se ve todo,
toda la arena mojada que
parece oscura interminable


9.
pasa algo muy importante cuando
una chica aprieta sus labios finos
en la boquilla de un oboe. no hablo
de arte, qué pelotudez de mi parte
sería. hablo de los labios finos en 
la boquilla de ese oboe apretados,
esa vez que lo vi en ese concierto


10.
era anoche la primera tarde
y los dos viajaban felices
en la caja de madera de un
camión rojo que cayó de la
pared, y quedaron pedazos
al fondo del sueño. en esta
mañana fabrican los dos una
cama con maderas oscuras y
dejan al atardecer un montón
de virutas rojas hermosas que 
son las esquirlas del sueño

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