Autor: Milagros Garcia Albertella

Llora, de tanto ser estrujado, llora. A gritos resuenan tus diatribas A queda propuestas pacíficas. Un hálito aturdido, de mi

Revolotean hojas Rombos en ramas Murmullos de los vientos. Acarreando del sur Limpido viento La negrura del cielo. Con cenagoso

Me come, La arquitectura me come. Enorme, me come. Me comen, Sus presencias me comen. Avallasantes, me comen. Me comes,

Busco con manos en la altura Como si me pudieses alcanzar, Tu fragante ausencia  Me roba el sosiego al descansar.

La grafía de sus ramas Atesora amaneceres Que en silencio se oyen… La densidad de mi savia Recolecta sensaciones Que

Reflejos invertidos De la realidad  Donde vivimos. Utopía que abraza  Baña, renueva Lo conocido. ¿Será por miedo a lo ignoto