Un café de por medio entre tu piel y la mía. Hacía mucho que no te encontraba aunque nos veíamos todo el tiempo. Hacía mucho que no conectabamos, la rutina se había apoderado de nosotros.

Pero, como una bomba, el no querer perdernos nos hizo volver a enamorarnos de los detalles, de la forma de tus pestañas, de tus manos rodeando la taza de café, de la música de fondo, de pies descalzos bailando sobre el piso frío, de la tormenta de verano. 

Abrí los ojos, grito al universo

 somos detalles efímeros 

y amar es encontrar lo bello 

en lo efímero.