Mudamos la mesa en bicicleta.
Arriba de la tabla una pequeña
porcelana de Buda
se deslizaba al subir
y bajar las ruedas en la esquina,
temblaba el orificio
y de su cabeza salía todo el humo
de los sahumerios que encendimos.
Esa facilidad
para poner obstáculos
en las dificultades.
La mesa la vendimos
después de la separación,
al Buda lo afanaron
el día de mi cumpleaños.