Unificando las fuerzas que oscilan, recta que busca el equilibrio, entre pensamientos que me surgen las dudas existenciales, en términos y composiciones que nos definen íntegros, daga que divisoria nos explica como alma, espíritu, físico, psíquico raciocinio se relaciona.
Lo más claro que comprendemos es lo que no vemos, en denominación de alma y espíritu, la religión absorbe netamente como diccionario las intenciones del alma y el espíritu, en esta estricta de fieles quedaríamos sin riesgos de desaparecer.
Lo que queda extremadamente conceptualizado en mi postura, es jurar que el alma está dentro del espíritu, el espíritu dentro de la psiquis, la psiquis dentro de lo físico, lo físico dentro del organismo, el raciocinio dentro de lo que no sé.
Aquí, el punto de lo físico dentro de los organismos que comulgan con el alma, el raciocinio no explica los pormenores de consecuencias irreparables en el conjunto que reforma el ser en tres poderes, mente cuerpo y alma.
Sin ofender a quienes bendicen, a quienes se inclinan con el perdón, la humildad, la solidaridad como un eje de sostén en sus creencias, sería mi plegaria de protección a las manos que unen, hablar al sol en voz muy alta, sin temores de aquello que suma penitencia a las almas físicas, desterrar del escondite común para transformar los espacios con un espíritu alegre y cordial así celebrar cada inocencia en su crecimiento íntegro en las partes que unidas nos forman en cualquier creencia, pues lo más claro que vemos es el alma y el espíritu cuando no está.
Escribiendo encontré una pasión y así como se viven las pasiones escribo.