Lo que me impulsa y me detiene es usted.
Sé que abraza y no grita, comprende, sostiene, soñador,
lo conjugo con virtudes, son las que elevan, percibo detalles suaves, meticulosos, como sentir su apoyo.
Le guiño delineando complicidad, en sus lentes pedacitos de luz que me sonríen, íntimo, cordial , sugestivo.
Observo… y se escapan sensaciones temerosas sostenidas en el suspenso de querer decir algo más, respiran… respiran en el papel de otros tiempo, otros quizás.
En mi mundo existe, lo nombro, y está detrás de los impulsos de mis manos, que lo describen a mis antojos.
Desprenden cenizas del entorno cotidiano, corrompiendo la quietud límpida, corro a buscarlo, aparece el amor tan puro como puesto en el deseo y es una gran avenida nocturna con faroles encendidos paseando, compartiendo silencios, unidos .
Llegará la primavera aquí, la tierra suelta jugará a ser joven, y suspiro ocres.
Como no arrebato entre carencias y espacios, le dejo un abrazo…
en amarillo.