No debo a la congoja un reproche, desato aquel peso es el mismo sol de su mirar, opuesta losa de reciprocidad, desato lo que no es uno natural, no de amar, se escucha el amor, quizás seduces en otros quizás…quizás otras clases de amor.

Desato el apego en mi interior claro.

Dolió no contar contigo, llevo cada rincón agudo que cierra hasta el suspiro grácil adonis de los infinitos.

Desato esta luz que ilumine lo que amemos.

Desato todo.

Desato de gacelas y mándalas pompones del diente de león que su vida al aire en semillitas hijas del viento que en la suerte encuentren.

Por si el ojal sujeto en un sobretodo sea el tuyo, todo lo que desato en el viento nos enrede con un diente de león, germine en raíces con fuerzas desatadas quizás… quizás con secretos vibran en el viento y yo lo siento.

¿En qué dirección va el viento? no dejen caer los leones.

 ¡Soplemos!

¡Desaten! ¡Soplemos!

Desato esta luz que ilumine lo que amemos.

Desato todo.

Desato todo.