Creemos en manos que alcanzán.
Y paisajes consuelos.
Creemos en cielos limpios
y cuencos llenos.
Creemos en reflejos y girasoles.
Los tontos creemos,
en seres espejos,
de pequeñas acciones.
Los tontos creemos
en buenudos sin vueltos.
Los tontos creemos,
en quietudes y silencios,
en vientos y movimientos.
Los tontos creemos en bicicletas que vuelán.
En tizas y mariposas.
Los tontos creemos,
en álbumes de fiestas.
Creemos en respiros
de antojos en chancletas.
Creemos en la inteligencia,
cantando ideas.