Elija su triunfo entre la oferta,

otorgue el altar a ese deseo,

encomiéndele plata como tributo,

crea un ídolo que lo atienda.

Ingrese cada instancia vivida,

revoque compromisos prestados,

retroceda ante las ocurrencias de antaño.

Cambie lo amado por mil espejos,

modernice su modo a la moda,

guarde las formas en un lugar abstracto,

deje todos los sueños, que estorban.

 

Borre la memoria que le inculpa,

rebautice su alma en el agua sucia,

una los jirones que le queden,

trunque el rebrote de alegría.

Llame a concurso de acreedores,

comente su insolvencia fortuita,

explique cómo esta no le afecta.

Cierre así un capítulo de fracasos

y comience otra vez el proceso.