Te diré que estoy bien

que son los recovecos de la vida

y no las penurias que me impongo

las culpables de este desdén 

te diré que estoy bien

aunque el verso nunca calle 

y cierto es, nunca ha de callar

menos si tu sonrisa yergue incomparable

te diré que estoy bien

aunque cada febrero sea otra excusa banal 

para limitar mis inventarios

y poner en vibrador un móvil que nunca termina de sonar del todo

te diré que estoy bien

que nunca hubiese soltado tu mano

hasta que las arrugas nos condenen

Te diré que estoy bien

que el absolutismo de mis versos solo termina cuando descubro que no hay ventaja en el querer

porque no hay esencia que valga si uno siente lo que no debe

te diré que estoy bien

que no conozco tu fuego aunque intento predicarlo

y que me quedo aunque arda

porque cuando todo se incinera, la más mínima llama es un alivio 

te diré que estoy bien 

por si llegabas a preguntar

pero se trata de una utopía 

porque vos nunca preguntaste

ni vas a preguntar.