Y así escribe mi ser, sin saber pero pendiente de tantas mentes.
Podríamos habernos sentado y solo conversar, pero no, tú esencia me trajo hasta los abismos más hondos, donde los escritores suelen llegar, para contando su historia, haciendo de todo esto un relato en medio de la noche, consumiendo mis ansias por volverte a sentir.
En las escaleras de la incertidumbre un mundo vivió, un alma voló, un fuego floyo y nada más parecido a la pasión se reanimó. Cuantas tinta en este tintero para derramar en esta hoja, socavando espasmos en tina y agua tibia, vientos de la nocturnidad abrazando el sonido de la tempestad, y aún así, nada pudimos hacer para enfrentar la tormenta.
Y así escribe mi ser, sabiendo que no sabremos ya que hacer, fijando nuestra mente en cristales, en espejos y despojos, tristes ojos son vistas ciegas de hoy.
Pálido se vió, seco su cuerpo quedó, vagan fantasmas como humanos sin alma, llevando en andas penas pasadas, no hay voz en el corredor y mucho menos sangre en su interior.
Puedo ser fragil como la tinta que mancha mi hoja en plena estación de octubre, pero creo en lo que digo porque así escribe mi ser, llamando(te), con ensayos cerrados y errores perpetuos.
Autor: Nicolás.