Iniciación y transmutación

La intervención divina, tiene muchos canales, a veces insospechados. Muchas veces sucede que la energía de un astro operando en un hecho concreto, y en un lugar concreto del universo, puede influir en otro extremo del cosmos de la misma forma que sucede cuando dos partículas subatómicas en dos extremos del espacio se conectan por entrelazamiento cuántico.

Es así como nos encontramos en una noche de luna llena en la tierra, por el año 2500 D.C., allá en los cielos, una mujer guerrera se dispone a frustrar una misión aérea secreta y gubernamental. Saltó sobre un avión militar en pleno vuelo, arrancó la cobertura de la nave y quitó al piloto su máscara, acto seguido quitó la ropa de vuelo del aeronauta para ponérsela y empezar a pilotar la aeronave.

Mientras tanto, en la constelación de Aries, en las inmediaciones de la estrella Hamal y en un lugar secreto, orbita un planeta que no es fácil de encontrar y que tiene la capacidad de ocultare a la vista de los artefactos de los mortales. En ese lugar, Nimras tiene sus estancias.

Durante el descanso en sus aposentos, la oscuridad azotó al guerrero. El aire estaba enrarecido y su pecho estaba ceñido, apretado. Apesadumbrado por un oscuro y triste sentimiento.

De a poco, en ese oscuro sueño, Nimras comienza a tomar conciencia. Y dijo:

— He sido tragado por las fauces del terror. He caído en las tinieblas de mi interior. Donde habitan los reflejos mas crueles de las vidas que fueron, son y serán. Donde el látigo no tiene fin, el trabajo esclavo es eterno y las neblinas putrefactas son colmillos que calan los huesos. Donde sea que mire, la negra noche abraza las distancias desde un rango no menor al largo de mis brazos. En ese oscuro lugar, habita el temor y reina la desintegración en un remolino devorador, que enloquece al más cuerdo, con una violencia inusitada y dotada de las más agresivas obsesiones. El pasado, es donde habitan los muertos, seguro esto es una intervención de Plutón, seguro ansía ponerme a prueba frente a mis peores tormentos mentales, contra mi propia hidra, contra las voces muertas de la falsa autoridad del ayer, de mis viejos “yo” a lo largo de mi vida.

Mientras caminaba en esa oscuridad, el guerrero esgrime las siguientes palabras:

— No puedo ser dañado, puesto que maté al león y me puse su piel como armadura. De este modo las fechas-flechas que me agujerearon en el pasado, ya no surten efecto en mí. Las fechas-flechas de la culpa, las fechas-flechas que me juzgan y miran con desprecio, todas ellas y tantas otras, las que fueron, son y serán, son bloqueadas por mi piel transmutada e impenetrable.

Mientras su voz resonaba en ese lugar vacío y frío, una presión de aire invisible le arremetía, sin saber de donde provenía. Hasta que, como por arte de magia, aparece un señor vestido con smoking de negro, y con la rapidez de un relámpago intenta darle un golpe directo al pecho, mientras el hechicero lo miraba con el ceño fruncido y fijo a los ojos. La fuerza del golpe era inmensa, como la de un viento huracanado, el aire violentamente sopló contra la cara de Nimras. Pero hubo un cambio cualitativo, al momento de recibir el golpe, el guerrero lo detuvo con su mano la cual mantuvo inamovible. Todo fue tan rápido, que la imagen fue poco clara para la percepción de cualquier mortal. Pero al instante, la turbulenta situación se dejó ver, sin notarlo al principio, pero ahora con esta nueva claridad, Nimras puede ver en la mano atacante del hechicero una espada de fuego. Mientras el anciano quedó inmovilizado, él profirió las siguientes palabras:

— ¡Tu espada roja de fuego ya no me quema, antiguo mandrake de los engaños! No necesito la fuerza para vencerte y tu espada ahora pasara a estar en mi poder — mientras sin esfuerzo alguno doblega la mano agresora y le quita su espada. Ahora se convertirá en una espada de luz blanca, que arde para iluminar y no para quemar. ¡Te condeno, a volver al reino de los olvidados! ¡A ser tragado, por las gargantas de la tierra, que reclama la carne muerta que le pertenece por derecho! ¡Te condeno al eterno exilio! Pues desde este momento ese es tu hogar, porque aquí ya no gobiernas, ni gozas de autoridad alguna ¡Te he expropiado de toda soberanía y me he quedado con tus leyes para hacer las mías propias! ¡Y por el poder que me concede la gracia de los dioses, con este resplandor yo te ilumino y te elimino!

El brillo de la espada llenó todos los rincones si es que alguno hubiera en ese nefasto inframundo, y la horrenda criatura se desintegró. Una vez terminada la batalla, el héroe vuelve a la superficie de la vigilia. Con el corazón más que agitado, se dispuso a caminar por sus estancias, y mientras miraba las estrellas dijo:

 — Si bien la luna no está en este sistema, sé que Selene me ha acompañado, puesto que hoy en la Tierra hubo luna llena. Yo creí que esta noche me había quedado solo con Quirón, quien todavía sigue de visita aquí por mis estancias. Pero Plutón ha venido a mostrarme que debo madurar, y romper con antiguas ataduras. El amor de la luna me dio la energía necesaria para emprender el viaje a las cavernas, mientras Hades con sus conjuros me echó al bajo fondo para invitarme a hacer una limpieza, en el reino de mis demonios interiores. Ya no esgrimo mi espada a no ser que sea necesario, solo la expongo para mostrar su luz blanca, mi propia luz, la del fuego primordial que me ha creado, y que a partir de hoy, uso para alumbrar y no para quemar.

Pronto en la vuelta a sus aposentos, Cronos se acerca desde los cielos.

— ¡Señor!, ¡Creí que te habías marchado de aquí! No imaginaba tu regreso por estos lares siendo que hace poco estuviste de visita. Cuéntame, ¿Que puedo ofrecerte que sea de tu agrado?

— Hola estimado Guerrero, he venido a preguntarte: ¿Estás dispuesto a dejar tus cómodas estancias para compartir con los mortales lo aprendido esta noche?

— ¿Por qué me preguntas eso señor? ¿A caso no he tenido suficiente? ¿No he dado prueba de redención suficiente? ¿No alcanza todo lo que he hecho? ¿Tienes un destino preparado para mí que aún no quieres develarme?

— Tú sabes que tanto yo como mis hermanos lo sabemos todo, y bien enterado estamos de que eres valiente y que posees una voluntad inquebrantable. Que mil veces te caes y mil veces te levantas y que has librado incontables batallas. Que das tu corazón para ayudar a los oprimidos. Que, así como de enérgico eres, al igual que los unicornios cuando corren por los campos o el carnero de oro alado hijo de Poseidón, para ti, ha sido siempre una prueba difícil el hacer un arte con tu propio fuego. Pero al final siempre lo logras. Sin embargo, aquí en tu guarida, todo es mas fácil. Y no es que esté mal, pero muchos mortales en todo el universo sufren la opresión, de sus propios fantasmas o de las vicisitudes de la encarnación: la vida material y gregaria. Sabes que siempre estaremos si solicitas nuestro consejo, puesto que bien recibida son todas tus ofrendas. Pero es importante que aprendas a revelar tu ser, atravesando el cuerpo real con todo lo que eso implica, inclusive la casi total perdida de memoria de todo lo aprendido. Tendrás que aprender a re escuchar los fragmentos de todas tus vidas, en pequeñas, pero no por ello menos poderosas señales. Pero créeme, si yo no creyera que eres capaz de realizar esta prueba, no estaría aquí al encargo de tal faena.

— Ciertas son tus palabras y muy sabias también. Digno de todo arquitecto universal, gran señor del tiempo y de la expansión del universo. Cierto es también que un gran temor me atraviesa, puesto que las encarnaciones son tareas muy complejas por no decir traumáticas.

— Así es estimado. Los creadores por ser quienes somos, no nos hicimos fama de pedir cosas fáciles, pero recuerda siempre, nosotros estamos para ver acaecer las cosas en el libre albedrío, y particularmente Yo, soy el responsable de que toda alma labre sobre la tierra lo aprendido en el cielo. Y una proeza como la que has hecho hoy, no puede quedar reservada a los archivos de tus memorias privadas. Es por ello que interpelo a tu ser, a emprender esta difícil aventura ¿Estás dispuesto a sacrificar tu comodidad para iniciar el viaje?

— Dispuesto estoy, mas bien no se lo que me espera, pero bien tú sabes, que, en mi temprana aparición por el universo, escuchar tu guía y la de tus hermanos sagrados ha sido siempre el mejor camino en todos mis viajes y batallas.

— Pues bien, hago esta invitación entonces: iras a un lugar que has visitado muchas veces, y tendrás la ventaja de tener muy cerca a Selene, pues no creas que no te tenemos en consideración. Tendrás muchas otras ventajas más, pero es de tu responsabilidad descubrirlas, las señales allí estarán. ¿Te sientes listo? ¿Te animas a encarnar otra vez?

— Estoy listo señor, que así sea…

— ¡Que la gracia de la creación y las antiguas artes que mis manos me confieren abran las puertas del mundo invisible, donde reina la materia no visible, donde habita la conexión de las cosas materiales con la llama divina de los arquitectos! ¡hágase el portal sagrado!

Así pues, el regente del Tiempo, abre un portal dimensional, y el guerrero pasa a través de el por obra e invitación de Saturno. Es entonces donde nace en la Tierra. En una ubicación que desconocemos, pero sabemos que data del año 1985, justo cuando el Sol reposaba en Aries y Selene danzaba sobre la constelación de Piscis.

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