salimos corriendo

por las pestes

por el mango

por la noche

por el campeonato

hay una serie de valores

condenatorios

que ponen el foco en el síntoma

y no en la verdadera razón de ser

que es la vida

y la vida puesta en valor 

como este valor en el que jamás voy a valer una tuerca

hecha con herramientas industriales

que lleva un material que se extrae de las minas

por miles de personas que jamás valdrán la tuerca

o pibes jugando con la miseria

en un contexto de drama

oliendo la nada de la cocina

saliendo a encontrar las costuras de la costumbre

saliendo a romper la jaula que lastima de andar apretados

bukowski en el aula tomando whisky en taza

desalentado y devorando todo a su paso

entre la nueva linea transmitiendo el desprecio por el saber

porque no hay nada que saber

solo hay una naturaleza

y se desprende de todos

para caber en la caída

y se cae siempre

siempre se cae

porque no hay fondo

se puede soñar para adentro

y contar fósforos apagados

miles y miles de fantasmas

anuncian la pena

y yo que andaba en el aquelarre

y te vi

sentada en el piso

abrazando tu fragilidad

conmovido

me detuve

y pensé

pensé que había algo de bueno

algo que no sea violento

pero tu fragilidad de bomba

me desglosó el músculo

y me hirió como nada

porque a veces basta ver morir una flor

para saber que llega el otoño

con toda la paleta de colores secos

caídos al paso

que apura

apura de hambre

dolor

de sangre

de muerte

apura

y purga

en los sentimientos

se endurece como ollas

el apremio de seguir

aun queriendo quedar atravesado por la espina de la rosa

que envejece

tan de golpe 

como para recordar para siempre

que todo pasa