Literatura

La tiranía de la flor

desahogarse porque la presión

y que tanto me interesa gente

puedo entrar al suspenso

me caí y caí

y fui cayendo mirando el mar

las olas que te arrancan

los arranques de holas

no puedo decirte hola

todo el universo se desconfiguró

se caen las estrellas en tu puerta

tan fugazmente se rompe el firmamento

y queda el peso de mi peor versión

en el lienzo definitivo

ya no tengo más intereses que tus besos

y se me paspa la boca en la tormenta de arena

desierto

me he desdibujado tanto

que la alegria es un recuerdo viejo

camina tan lento que lo rebazan tristezas rodadas

Yo tengo el corazón en las manos

mientras me siento a sentir el odio al oído

diciéndome enormes sentimientos

deberia estar lejos

encerrado

deberia no ser yo

la opresión está en el discurso del oprimido

en el sentido moral de los sucesos

si nunca quise dañar nada

que hago aplastando todo el jardín con las botas embarradas

lo que quise regar este jardín tan pisoteado

maldita moral

pedir a un dios ultrajado un perdón divino

y recibir la oportunidad de reparar

La manzana de un Edén cerrado para siempre

el eterno retorno a tu voz

que reclama y no estoy

que me dice y no escucho

que me destruye y no me opongo

cosas que acosan

el silencio se apoderó de todo en mi corazón

lo dejó a oscuras tiritando

abracé mis rodillas y me detuve en las escaleras

paralizado

aplastando las flores

nunca quise estar parado acá

solo llegué corriendo huyendo de mi

parejo como una sombra siempre atada

vienen días sin luz

no podré cargarme

cambiaré una vez más

cada vez más lejos de una verdad

cada vez más cerca de mis sentimientos

cadáver más cerca de la profanación

se inclina la mesa

ceba el mate

Como un bote preso en la marea

deambulando

buscando el faro donde encontré tus ojos

el desesperante lugar de tus fotos

mi utopía de poder darte todo lo que tengo

y pagar el precio de tu desprecio

me sentaste en una silla alta entre la gente sentada en el pasto

y le dijiste al policía que el reo soy yo

porque te cuesta más hablar con pacos

que dirigirme la palabra

una pared descascarada en el descaro de contradecirme

todos estamos presos de algo

a mí me quedó tu amor en el cielo

pero yo nunca me puse paracaídas

ahora ya no llora

lloro yo una esperanza como un arma en la sien

vendré a vender la casa

con el patio como mi corazón

abierto a botas embarradas

que pisan y desgarran el suelo húmedo y sembrado

fernando ortiz

Creí que era poesía, pero era mi mente desfragmentándose.

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