Buscaría la utarquía,
pero te acercas y pierdo mi dominio
Viviría el deseo con autonomía.
pero encuentro en vos el indicio
Sería monarca de mi propia melodía,
pero tu sonata llena mi vacío
Viajaría en mis nubes de fantasía,
pero me mantenes terrenal por ocio
Descubriría cómo hacer que perdure mi energía,
pero cerca tuyo el insomnio es beneficio
Destruiría con rabia la rutina de la monotonía,
pero sembrás en mis costumbres el cambio
Construiría sin deidades una nueva profecía,
pero a Dios pongo por testigo de lo que dejaste por vestigio
Bailaría al compás de mi árida melancolía,
pero al silencio que necesito lo volves propio
Estudiaría otra vez alguna ajena bobería,
pero mi inteligencia solamente está a tu servicio
Nadaría perdida una nueva sinfonía,
pero el ritmo de tus besos me obliga a sonar en adagio
Admiraría entre sueños la osadía,
pero desafias mis sombras con destellos de encomio
Inventaría el remedio para mi apatía,
pero me motivas a avivar el incendio
Escucharía los susurros de las voces de la herejía,
pero desvaneces su convicción dejándolas sin oficio
Escribiría mi lúgubre utopía,
pero me mantenes lejos del exilio
Terminaría al fin mi poesía,
pero me seguís dando motivos.