Cuando uno resulta contrariado dice a veces “¡me corto las bolas!”. Dejemos por ahora las connotaciones psicológicas posibles de la expresión, que son varias. Pasemos a un poema de Bukowski titulado “Libertad” en que el protagonista de verdad se las corta y las tira al inodoro. Bueno, nadie se las corta de hecho, en todo caso es una verdad literaria, si acaso existe eso.
Luego sucede que Flema -una banda punc argentina- hace una canción con ese poema, pero lo cambia un poco. ¿Qué le cambia? ¿Cómo lo cambia? ¿Por qué?
“La suciedad moral de Bukowski -dice el columnista Germán Ledesma en el programa- y su reconfiguración romántica en la letra de Flema”.
¿Qué es el romanticismo cuando se discurre sobre estética? ¿Qué es el “realismo sucio” además de una etiqueta? ¿No será que el realismo consiste en dispositivos para disimular sus propias convenciones que son tan poco realistas como todas las demás maneras de representar?
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Relámpago de Sémola, un artefacto sonoro filoso, hecho por Mauro Fernández y Leandro Retta.