-Vamonos.
-¿A dónde?
– A caminar.
– Es de madrugada. No hay nada.
– Yo solo quiero caminar con vos.
– Bueno, dale ¿Hasta dónde?
– Hasta que las piernas no nos den más.
– Vamos.
-Vamonos.
-¿A dónde?
– A caminar.
– Es de madrugada. No hay nada.
– Yo solo quiero caminar con vos.
– Bueno, dale ¿Hasta dónde?
– Hasta que las piernas no nos den más.
– Vamos.