No Temas

No temas, te digo.

Sé que mis palabras son inútiles ahora, que no te liberan. Realmente nada de lo que pueda decir va a detener el mazo que a cada segundo se va acercando a su pecho.

Pero siendo honesto, por una vez en mi vida, tal vez estas palabras me las dedico a mi. Yo soy quien tiene miedo de que mis manos no vuelvan a sentir tu pecho, o que mis ojos no vuelvan a parpadear sobre tu aliento.

Vos elegiste tu camino lejos de mi, o tal vez más cerca de tí.

Quien no sepa escuchar tu valor mientras arrastras tus cadenas no se da cuenta de que realmente estas caminando sobre las figuras diosificadas que nacieron de las sombras de nuestra habitación.

Veo y escucho que caminas, pero los chirridos de tus esclavas son lo que temo, Temo que un día no griten más, aplaudiendo tu vuelo lejos del sueño que jugamos.

No te despidas, por favor.

Soy yo el que temo.