Siempre me pregunté por qué las mejores palabras se encuentran dentro de un texto que fue producido a raíz de un corazón roto.
De esos sentimientos tan profundos nacen las mejores historias de amor, de esas que te atrapan. Pero te atrapan a tal punto de sentirte dentro de ella y emocionarte a flor de piel.
Es como si te adentraras en la historia y se volviera tuya.
Cada vez que senti mi corazón romperse agarre una hoja en blanco y un lápiz. Entre lágrimas o una sonrisa triste producía textos tan llenos de sentimientos y soltaba un desahogo que en voz alta no me salia.
Siempre fui de tener sentimientos un poco frágiles e intensos. Será por eso que cuando estoy mal siento que más florece mi creatividad… o es simplemente esa necesidad de exponer lo que siente mi cuerpo y alma para no agobiarse más.
De todas maneras, me acostumbré a esconderme dentro del lápiz y papel.
Como si fuera un refugió.
Muchas veces estoy en un constante tire y afloje con mi corazón y mi razón. Me encontré en varias situaciones donde peleaba internamente y la solución que encontraba era agarrar mi libreta y escribir. Soltar todo eso que me guardaba dentro para trasladarlo y transformarlo en algo bellisimo.
Supongo que…
Ta vez, algún día, una de esas grandes historias de amor publicadas nazca a raíz del florecimiento de mi corazón roto.