El pasado

Se pueden quemar los gritos? El rebote
del cuerpo elecrificado? La cuchara
hurgando en las entrañas? Es posible
triturar la mirada de dolor
o la sombra en los ojos del capellán
exenta de toda piedad? Se puede hacer un bollo
con el silbido del aire durante la caída
hacia el agua del río que engulle al condenado?
Estrujar los pasos del juez
y su silencio en los pasillos oscuros,
se puede?

No, pero se puede cortar la huella hacia
ese pasado que sigue aullando
apagado, incompleto, que necesita
que cuidemos el rastro, que mantengamos
una luz tentativa y no desandemos
el camino de nieve.

Se puede borrar, cercar, quemar
lo que sigue haciendo falta.
Y van a borrar, cercar, quemar.

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