Creo que mi casa está embrujada
rosas muertas decoran el jardín
velas cenicientas se derriten sobre la mesada
lágrimas sin secar humedecen las paredes
y un espíritu me grita todas las noches en un idioma desconocido
me recita trabalenguas y juega a ser poeta
deja escritos con jeroglíficos en los rincones y pretende que los descifre
yo los tacho y le digo que no
que me deje en paz por favor
no quiero comprender ya nada más
cuando pienso las cosas las distorsiono
todo puede contradecirse
todo puede expresarse de otro modo
todo queda inconcluso
todo duele.
Romántica incurable