Si vos me dijeras

que el cielo

es el lugar predilecto de los pecadores,

te creería.

  

¿Sabés cuántas almas

vagaron por este mundo

condenadas desde mucho antes del parto

a la oscuridad?

  

 ¿Quién habrá inventado

la mejor excusa

para hacerlos aceptar como canino

los deseos de su dueño?

  

No hay paz

en el camino correcto.

Si uno no se sale un poco de la regla,

se quiebra.