Mamá, meté las manos en la tierra y mezclala con un poco de agua
mamá, undí tus dedos y hacé barro.
Mamá, sentilo con curiosidad como cuando eras una niña, hacelo sin miedo a que te descubran.
Mamá, dejá que el barro cubra tu cuerpo
mamá, llenate toda de la naturaleza.
Mamá, así cubierta andá al sol y dejá que se te seque
mamá, quedate quieta, no dejes que el barro en el que te convertiste se quiebre.
Mamá, respira profundo, nadie te llama
mirá como se posa un pájaro en tu panza y busca un poco de vos para su nido
mamá, no tengas miedo
mamá, lo que te sacan sirve de hogar.
Mamá, no sé si viste
que cuando estabas disfrutando de la calma del sol
te salieron flores
mamá, las arranqué y ahora son mi perfume.
Mamá, dejá que prendan un fuego arriba de tu cuerpo enraizado, que alrededor tuyo haya gente que canta
mamá, sumá tu voz a ese canto
decí yo quiero, yo doy, yo lucho
levantate rápido si te estas quemando
salí corriendo hasta el agua más cercana.
Mamá, dejaste huellas mientras caminabas
mamá, me dicen que mi paso se parece al tuyo
y yo me alegro.