quiero la intimidad*
quiero la intimidad de a dos
quiero que lleguemos a lo que está en el fondo,
que nos situemos en lo más interno
quiero la intimidad
no la mía sola, no (eso es vacío)
quiero la dulzura de haber llegado al fondo a
lo más recóndito
de haber visto la oscuridad toda
de haber visto que al final del arcoiris no hay nada
que la lluvia a veces no es más que eso, llanto
no es más que eso, agua (poca) sobre tierra infertil
quiero haber visto la penuria y seguir deseándola.
quiero invitarte a que me mires cavar más hondo, más hondo de mí
quiero que respondas cuando lloro de miedo
que estés ahí cuando grite de dolor
quiero que cuando llegue tan profundo que ya no se vea nada de nada
cuando todo se angoste de tal tristeza
cuando me duela tantísimo la garganta
que me des la mano que me susurres acá estoy.
quiero verte irte
verte irte y saber que volvés.
quiero dejarte tocar mi fondo quiero
que me dejes tocar el tuyo.
quiero que quieras la intimidad
pero no la tuya sola, no.
pido que quieras lo qué está situado en lo más interno mío
que lo uses como santuario siempre que quieras
que vengas a descansar
que vengas a pedirle un favor a dios
o solo un mimo
pero que vengas
que quieras venir
que sepas el camino, incluso
que esta oscuridad no te asuste
que entonces deje de asustarme a mí.
*del lat. intimus: recóndito, que está en el fondo de algo, situado en lo más interno.