El tiempo solo pasa, al menos para mí, y nunca se detiene en un instante de mi vida. Si intento pensar en lo que quiero ni siquiera sé en qué pensar.
Siento que me faltan muchas cosas y que solo vengo teniendo una mala racha, que estoy perdiendo mi tiempo.
La hora y los días son efímeros, y todo sigue una rutina, una rutina de la que no escapo, y sigo perdiendo mi tiempo.
¿Qué me hace falta? ¿Amor? ¿Dinero? Todo esos pensamientos que rondan en mi cabeza me hace perder el tiempo.
No tengo otra cosa más que atormentarme con pensamientos, pensamientos que antes no tenía porque no tenía tiempo que perder.
Mi vida se va a pasar más rápido de lo que un colibrí mueve sus alas, y va a durar tan poco como el tiempo de vida de una mariposa.
No tengo razones para creer que el tiempo lo cura todo, solo genera una cáscara que jamás cicatriza, en cuanto esa cáscara se caiga la herida vuelve a notarse y es como si el tiempo nunca hubiera pasado.
Las agujas del reloj me vuelven loco, ¿Por qué ellas si se siguen moviendo y yo sigo estancado? «Tic, tac, tic, tac, tic, tac» suena en mi cabeza cada que las miro. Y en cada tictac que volvía a mirar, ellas ya habían adelantado mi tiempo, ya me habían hecho perderlo.
Veo a las personas caminando – otras, hasta corriendo –, veo cada paso y en mi cabeza vuelve a sonar el tictac, vuelve a notarse el tiempo, vuelve a pasar.
Cada persona, con cada paso que da, controla sus agujas. Los niños y niñas corren, los y las adolescentes caminan rápido, los adultos y las adultas caminan, los ancianos y las ancianas pasean.
-«Si tan solo me sobrara» – pensé, mientras se me hacía tarde para ir a mi destino, pero, una vez más, volví a perder el tiempo. Y solo seguí dando pasos.
Busco consuelo en fotos y videos, en recuerdos, siendo así la única vez que pude detener el tiempo. Sin embargo, eso es tiempo pasado, es tiempo que ya perdí.
¿Cuándo fui? ¿Cuándo soy? ¿Cuándo seré? ¿A cuándo fui? ¿A cuándo voy? ¿A cuándo iré? ¿Cuándo estuve? ¿Cuándo estoy? ¿Cuándo estaré? ¿Cuándo? ¿Cuándo?¿ ¡¿Cuándo?!
Son cuestiones que involucran mi tiempo, que consumen mi tiempo, que mueven mi tiempo, que piensan y acomodan mi tiempo.
Y, sin querer, una vez más, perdí el control, perdí mi rumbo y mi destino, perdí el tiempo.
Mi tiempo.