II) Avaricia: podrido por dentro
Me pudro de interior a exterior
con tan nauseabundo hedor
que me surge por dentro,
este todo lo corroe
a mi alrededor;
el agua, las flores y el corazón.
La piel me perfumaría
con ruda, albahaca o menta
si placer a otros quisiera,
mas no me interesa
que otros perciban
en mí tan inmundo olor,
yo solo quiero a mi carne
ofrecerle fino adorno
de paladio, plata u oro
Fui, vi y no vencí
