De todos modos

Aunque el ventilador de vueltas

igual que

los pensamientos

y las ganas 

y la tierra

cada vez más inmóvil

siga los caprichos de un tal Galileo

y nos maree

hasta revolvernos el estómago 

y hacernos olvidar 

quienes somos…

Aunque todos cambiemos de lugar

una y otra vez

imposibles de reconocer a

quien gira a nuestro alrededor…

incapaces de 

agradecer

y pedir perdón

por haber olvidado

en algún lavarropas gastado

todo pasado común…

Aunque todo se repita

una y otra vez

igualmente distinto…

Alguien

estará esperando

al final del último giro

para 

frenar la pelota con el pie

y anunciar

silbato en mano

que ya no va más….

Detendrá 

bruscamente

la rueda que nos sostiene…

Arrojará la sortija

tan

cerca

como 

inalcanzable…

Y dirá

como en un juego de chicos

“TODOS CONGELADOS EN SU LUGAR”.