Dicen de una ventana
.
.
.
Dicen que hay una ventana abierta
que da al interior de una casa.
La ventana pertenece a una calle
en la que pasa siempre la misma gente.
En cambio, por la casa,
los habitantes rotan a toda hora.
Cada mañana el primer transeúnte del día
abre la ventana de par en par
para contemplar el interior de la casa,
se asoma un rato, tantea la temperatura
y hace algún comentario corto
con algún habitante
que ocasionalmente salude.
Más tarde, otro transeúnte,
se asoma para regar las macetas
que cuelgan hacía dentro,
y tal vez le convida un mate
a quien esté mirando televisión.
Dicen que ciertos domingos
suelen dejar alguna torta recién hecha
dentro del living de la casa
para que se enfríe.
El último transeúnte del día,
antes de volver a su casa,
se asegura de que la ventana
quede bien cerrada.
No sea cuestión
que como están las cosas hoy en día
a algún habitante
se le ocurra salir.
(Este texto tiene muchhissimoss años, pero me parece que tiene una vuelta que permite ser leido en clave actual, no?)
