Encuentras tu canto, ave joven y lozana

en el fulgor trémulo de la mañana.

No desperdicias, yo sé , tus alas

volando hacia cualquier árbol.

Estás, cercana siempre, a mi ventana.

Al alba tibia de noviembre,

le entregas con el alma

el más apasionado trino.

El pino y el cielo son tu lugar.

Has recibido tanta claridad de melodía, y tanto más de alegría regalas..

Yo sé..

 no has sabido nunca,

trinar de otra manera.

No eres un ave cualquiera: despiertas al sol, y eso alumbra a la tierra.