Sobre un manto azul inmaculado
yace incrustado el faro
que antecede al día.
Con el fulgor del gran relámpago
revela
un bello campo de plata suspendida.
Escapan los kilómetros a borbotones
bajo la rueda, y sobre los maizales.
El paisaje,
como tatuaje efímero
en la somnolienta retina
El silencio de los astros
deslizándose en la lejanía.
Las especies universales
pastando,
un arroyo alegre en su campo.
El camino hoy se parece a la televisión
mas que a un cuadro en la pared.
La imagen va cambiando
la impresión interior le sigue el ritmo,
aunque con algo se queda.
En un fluir del camino,
el amanecer susurra
que nadie se baña dos veces
en el mismo río.
El camino se parece más a la televisión
que a un cuadro en la pared
que simula un camino.
El paisaje,
hoy se vistió
de televisivo.