sudestada pasada
aun siento tus frias marcas,
como te escurrias por mi piel,
dejando lineas sobre mi cuerpo
que se esparcen y fragmentan
como plantas de naturaleza fractal
por los lugares que mas recorrés:
quemaduras de rayos hechas nada mas que por una briza,
congelados torbellinos que se inmolan en mi.
mi pelo se alza en tus vendavales,
y toma la forma de tus latigazos.
mis ojos, cansados de tu bravo impacto,
les cuestan ya mirar al cielo:
la tierra que levantás me hace llorar.
tus arbitrarios ventarrones
me usan como una bandera,
al mando de tus ciclones,
me revoleas hacia donde te place.
intento resistirme a tu huracan
pero nunca aprendi a volar:
como una bolsa de plastico,
arrugada y medio rota,
vagando en tus aires.
🙂